Juntos en cada paso

Hoy me siento a escribir estas palabras con el corazón lleno de emociones y pensamientos que no quiero que se queden dentro. Si hay algo que he aprendido este año, es que las despedidas no siempre significan un adiós definitivo, sino un cambio, una pausa para reflexionar y seguir adelante. Esta entrada marca el final de un curso, pero no es una despedida, porque nos veremos, aprenderemos y seguiremos creciendo juntos el año que viene.

Quiero empezar dándole las gracias a toda la clase. Cada rato con vosotros ha sido una experiencia única, y no solo por los conocimientos y opiniones que hemos compartido, sino por lo que cada uno de vosotros me habéis enseñado desde el primer día que pisé la universidad. Parece mentira que ya acabe este curso, cuando hace dos días estábamos en la presentación pensando en qué berenjenal nos habíamos metido y viendo nuestras caras por primera vez. 

Me ponía a pensar y caía en la cuenta de que a veces nos olvidamos de que en un grupo como este, todos somos maestros y aprendices a la vez. Y sin duda, este grupo ha sido mucho más que compañeros de clase. Hemos formado una pequeña comunidad donde la empatía, la colaboración y el respeto han sido nuestra base. Gracias por las risas, por los momentos difíciles que enfrentamos juntos y por los debates que nos hicieron pensar más allá de lo que creíamos. 

Por otro lado, agradecer al profesor. A Sergio. Por creer en nosotros desde el primer momento, por venir a clase con ganas y energía de nutrirnos un poco más, por hacernos libres y motivarnos a crecer arrasando con todo, por hacernos confiar en que todo es posible y en que nada puede con nosotros. Por enseñarnos nuestras propias alas para poder volar. 

Por último, como delegada de clase, solo quiero deciros que, aunque haya momentos de carga, cualquier peso vale la pena si es por vosotros! Me siento completamente afortunada de poder ayudaros y estar para vosotros cuando me necesitéis :)

No importa cuántos días pasen ni cuántas clases tengamos, lo que hemos construido juntos seguirá en cada uno de los pequeños detalles que nos hacen ser lo que somos como grupo. Así que, en vez de decir un adiós, prefiero decir: ¡nos vemos en el siguiente viaje!

Gracias, de corazón, por ser parte de este viaje. Gracias por darme la oportunidad de conoceros.